Discours de Jean-Luc Mélenchon au congrès du… por lepartidegauche
« On lâche rien – no aflojamos nada »
Con una participación de alrededor 700 delegados nacionales y cien invitados internacionales se llevo a cabo el tercer congreso del Partido de izquierda francesa los días 22, 23 y 24 de marzo 2013 en el parque de exposiciones de la ciudad de Burdeos bajo el lema:
« On lâche rien – no aflojamos nada »
Con autonomía y conquista de poder, el manifiesto del « ecosocialismo » así que la « revolución ciudadana » inspirados en parte por los cambios de progreso social en América Latina estuvieron a la orden del dia con emotivos mensajes evocados por los co-présidentes Jean Luc Melenchon y Martine Billard, los mismos largamente compartidos por los asistentes.
¿Que es pues el Ecosocialismo?
Para vivir en armonía, durante siglos, las civilizaciones del pasado dentro de ellos los pre-incas e incas han practicado el ecosocialismo poniendo así a la naturaleza delante del hombre. No es una utopía y actualmente, frente a la crisis moral que afecta principalmente a los países ricos, da una respuesta ante todo de reflexión humana en razón a los modos de producción y consumo de nuestro tiempo que destrozan y agotan propiamente al hombre y el medio ambiente. Hay dos motores del sistema actual que debe combatirse: el capitalismo y el productivismo. El capitalismo impone el mercado para hacer su fuente de dividendos, es responsable de las desigualdades sociales liberales y liberticidas donde reina el dumping social y medio ambiental con la deslocalización de contaminantes. El productivismo agota los recursos naturales y perturba el clima. La ideología de consumo es su corolario, utiliza todo medio de publicación para generar necesidades nunca satisfechas. No hay más culpables del sistema que la oligarquía financiera y los gobiernos sometidos a ellos sin ningún control democrático. El capitalismo no está en crisis, es el sistema quien está en crisis. Frente a todo esto, el ecosocialismo es una alternativa, fundar una nueva economía de necesidades y de lo moderado, preservar el ecosistema, la biodiversidad. Imponer el interés general humano ligado a toda especie viviente es una prioridad latente.
El proyecto ecosocialista implica el reconocimiento de la responsabilidad de los países llamados del norte, la organización mundial de comercio, el fondo monetario internacional y el banco mundial frente a los pueblos dichos del sur. Se denuncia el productivismo y sus efectos sobre el clima, el despilfarro de los recursos naturales, el acaparamiento de tierras arables o aun más la austeridad impuesta por la troïka, se induce el reconocimiento de la declaración universal de los derechos humanos y la creación de un tribunal internacional de crimen contra el medio ambiente. El ecosocialismo nos impone a contribuir en los debates enlazando políticas de desarrollo y de progreso social así, llevar un combate internacionalista y universalista, llevar la revolución ciudadana para el ecosocialismo: se trata de poner de paso a la oligarquía y de asegurar en toda circunstancia la soberanía popular para una democracia real.
Esta reapropiación de iniciativa política y ciudadana por cada mujer y cada hombre con el fin de determinar el interés general, es la revolución ciudadana. Es una revolución, porque propone cambiar las formas de la propiedad, el sistema institucional y la jerarquía de normas jurídicas sociales y medio ambientales que organizan la sociedad y la economía. Ella es ciudadana porque quiere dar el poder a cada uno, no por interés de una categoría social en particular sino, por el bien de todo lo humano. Ella se somete al sufragio universal dentro del pluralismo político, nada de etnicismo ni dictadura verde, se defiende la vía democrática de la revolución ciudadana.
¡El pueblo no es el problema, el pueblo es la solución!
¡Osemos !
José Azparrent.