Queridos cristianos de Río Muni: El año pasado os dirigimos una carta pastoral exponiéndoos en ella el punto de vista de la Iglesia en lo tocante a la evolución política de la Guinea Ecuatorial. Ahí os expusimos las enseñanzas de la Iglesia referentes a una recta y cristiana evolución política de nuestro país.
Os hablamos de las bases y principios sobres los cuales debe fundarse toda sociedad digna de este nombre, como a hombres y a cristianos que se emplean en buscar el bien común de la sociedad guineana, os expusimos la doctrina y orientaciones de la Iglesia acerca de dicha materia.
En general nuestra carta pastoral fue bien acogida por nuestros diocesanos, mas no faltaron sectores que la criticaron y algunos que la entendieron mal y tergiversaron su contenido doctrinal. No es extraño. La doctrina de la Iglesia ha sido y será siempre objeto de contradicción por los hombres de mala voluntad. No podemos pretender tener mejor suerte que Jesús, Hijo de Dios, que fue incomprendido, perseguido y odiado, siendo él la misma verdad y su doctrina verdad y vida. La verdad engendra odio porque no todas las mentes están preparadas o dispuestas a recibirla incondicionalmente o a soportar su deslumbradora luminosidad.
INDEPEDENCIA.
La emancipación de un país requiere que se tenga idea exacta del término independencia, expresión muchas veces mal comprendida. Muchos piensan que independencia significa que el país I se puede bastar solo a si mismo.
Otros creen que la independencia es la solución automática e instantánea de todos los problemas del país y el mejoramiento inmediato de todas las condiciones de vida. La independencia es principio de un camino difícil y arduo que exige el esfuerzo de todos. Independencia es la aspiración de los pueblos a proporcionarse su régimen, sus instituciones políticas, la organización económica y social que tienden a asegurar el bien común; con otras palabras, la independencia consiste en que un país pueda resolver por si mismo sus propios problemas, establecer su propia constitución, adaptándola a las necesidades y al espíritu de sus habitantes, tener su propio gobierno, su fuerza armada, su autonomía económica y financiera. País independiente es un país consciente de su propio destino, un país que se realiza así mismo como nación y se hace responsable ante